Para el diseño interior de esta casa ubicada en el tradicional barrio Brasil, buscamos recordar la estética de los años 50 y 60, sobre todo a través de la elección de revestimientos y mobiliario.
La arquitectura propia del edificio, con espacios interiores muy altos y decorados con cornisas y molduras, contribuyó a la generación de atmósferas con guiños del pasado. Ciertos toques contemporáneos dotaron a los espacios de una atemporalidad que siempre perseguimos en nuestros proyectos.
La paleta de colores va variando en los distintos espacios, dando a cada uno una personalidad única. Es así como al recorrer esta casa nos encontramos con un dormitorio principal en blanco y negro, una cocina en la que priman los tonos tierra y el naranjo y un living con muros de color celeste.