El diseño del departamento G. se pensó en función de los dos oficios de su dueña: guionista y pintora. Con esto en mente, se trabajó con una paleta de colores neutra, donde predominan los tonos tierra, beige y tonos claros para armar una atmósfera cálida y acogedora, donde se pudiera vivir y trabajar a la vez.
Como la lectura y la labor manual tienen un lugar preponderante en este hogar, se idearon espacios acordes a estas actividades. El sector del living y comedor se rodeó con estanterías con libros. El comedor se pensó dual, para ser utilizado también como espacio para la escritura. Mientras que el living se diseñó bajo el concepto de generar un ambiente sobre todo cómodo, ideal tanto para compartir y distenderse, como para ver películas y leer. Para desarrollar la pintura, se creó un espacio tipo taller que fuera práctico, de fácil limpieza y con buena luz, donde poder desplegar materiales, manchar y ensuciar.