El interiorismo de este proyecto fue concebido en función de su historia. La sede de Ciro’s del barrio El Golf es la segunda edición de una tradicional fuente de soda del centro de Santiago. Este local se distingue por una carta de platos típicos chilenos y por su atmósfera bullente. Por más de seis décadas ha recibido a un público transversal, relacionado principalmente con el mundo de las oficinas capitalinas.
La idea base fue trasladar esta misma experiencia a la nueva sede. Mantener los códigos de las fuentes de soda, aunque reinterpretados, conscientes de su nuevo entorno. La premisa, entonces, fue actualizar la calidez del original, montando una estética vintage que recordara un Chile auténtico, no pretencioso. Se recurrió al imaginario del país entre los años 60 y 80, para crear una cápsula del tiempo en medio del barrio El Golf, pero con un prisma contemporáneo.
La arquitectura del lugar –una casa habilitada como restorán– propició un diseño plural. Se aprovecharon sus numerosos salones para crear múltiples sets. Cada ambiente proporciona una experiencia distinta, potenciada por paletas de colores diferentes. Los muros se revistieron con maderas, al estilo de los años 60, en combinación con mosaicos en tonos verdes. Y para algunos sectores del piso se usó el tradicional terrazo. Respecto a los hitos más importantes del mobiliario, se encuentran los asientos pullman de cuero sintético.